El apareamiento de los peces es parte de la reproducción natural de los mismos y se produce de una manera muy particular. Así lo explicó el licenciado Sergio Zaltz, secretario del Agua de la Provincia y director del Instituto de Hidrobiología. "Una hembra es rodeada entre tres y cinco machos, los que masajean su vientre estimulándola a que expulse los huevos. Cuando esto ocurre, los machos sueltan el esperma y fecundan a los huevos: están frente al mandato de la naturaleza de asegurar la descendencia", remarcó.
Sin embargo, dijo que "la misma integridad del animal pasa a un segundo plano ya que se los puede agarrar con la mano o salir del agua y morir".
"La naturaleza ordena de manera sincronizada estos momentos biológicos, ya que inmediatamente después de que se reproducen los sábalos, comienza la reproducción de los dorados que se alimentan de millones de larvas que produjo el apareamiento del sábalo que se encuentra debajo en la cadena alimentaria de biodiversidad que embúllese en el Dulce" informó el biólogo.
A río revuelto ganancia de pescador. Normalmente la gente consume estos peces por la indefensión en la que se encuentran y que facilita la captura de los mismos. Pero en esta etapa los sábalos se encuentran saturados de hormonas de reproducción lo que hace que la carne tenga un sabor que no es muy agradable.
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