Se endurece la veda y solicitan manejo de recursos hídricos
Mientras que desde la Provincia se prohíbe la pesca de subsistencia, un estudio de la Unne plantea la necesidad de una guía de manejo de los recursos hídricos en tiempos de crisis.
Jueves 30 de abril 2020 | 21:00 Hs.
La pronunciada bajante del río Paraná, que a esta altura tiene magnitudes históricas desde que hay registros, obligó a que el Gobierno de la Provincia endurezca la veda e incluya, a partir de hoy, la prohibición de la actividad pesquera de subsistencia, que se suma a las deportivas y comerciales. Asimismo, estudios especializados de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) explicaron que los bajos niveles del caudal de agua generan impactos negativos para el ecosistema acuático y ribereño, en la economía, la calidad de los servicios, una mayor contaminación y solicitaron una guía de manejo en los recursos hídricos durante las épocas donde haya poca agua.
Ayer el hidrómetro que la Prefectura Naval Argentina posee en la zona portuaria de la ciudad marcó 1,06 metro y se mantiene estacionado en los niveles registrados durante el martes.
El río Paraná se encuentra atravesando una etapa de pronunciada e histórica bajante, con caudales próximos a un metro de altura en las costas de la Capital, lo que motivó a que el Gobierno de la Provincia decida ampliar el alcance de la veda para evitar generar un daño irreparable en la fauna íctica. La Dirección de Recursos Naturales determinó a través de la Disposición N° 120 que a partir de hoy quede prohibida la pesca de subsistencia, la cual se suma a las actividades comerciales y deportivas, y cualquier tipo de modificación de la medida se encuentra sujeta a una evolución favorable tanto en el caudal de agua del cauce fluvial como de la emergencia sanitaria que rige en todo el país por la pandemia de covid-19.
Además, la nueva normativa provincial, que deja sin efecto a las autorizaciones dispuestas anteriormente en el Decreto N° 118/20, plantea prohibiciones para todos los ríos de la cuenca hídrica del Paraná y establece sanciones para quienes desarrollen la pesca en cualquiera de sus modalidades durante la veda y también para aquellos operadores que impulsen, promocionen la actividad pesquera en el territorio provincial.
Impacto ecológico
Por otra parte, especialistas de la Unne explicaron a través de estudios que las pronunciadas bajantes del río Paraná, como la que se registra actualmente, generan un impacto negativo considerable en el ecosistema acuático ribereño y repercute en la economía. Además solicitaron la generación de una guía de manejo de recursos hídricos que permita una administración del agua en los períodos de poco caudal.
El doctor en Biología y ex director del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal, Conicet-Unne) y ex docente-investigador de la Facultad de Ingeniería de la Unne, Juan José Neiff, explicó que desde hace aproximadamente unos cinco años el río Paraná se encuentra atravesando una etapa de bajante “crónica” que se hace más evidente en la actualidad, cuando los registros se aproximan al metro de altura en las costas capitalinas. A su vez, el especialista señaló que el período de sequía, al ser prolongado, trae impactos socioeconómicos negativos y consecuencias adversas para el ecosistema.
Las etapas de bajantes del río Paraná que se prolongan en el tiempo afectan a la flora y la fauna tanto acuática como ribereña, así como también impacta en el transporte fluvial causando daños económicos para la región, y afecta la calidad de servicios como el aprovisionamiento del agua para distintas actividades y al sistema cloacal local que vierte sus efluentes en una caudal muy escaso generando mayor contaminación.
Además el especialista, quien explicó que no existe un pronóstico exacto para que haya una considerable creciente, señaló la necesidad de contar con una guía de manejo de recursos hídricos que permita una correcta administración del agua, una adecuada protección del ecosistema y las comunidades ribereñas afectadas, y alternativas en materia de transportes y servicios que prevengan inconvenientes prolongados.
(FC)
Fuente: https://www.ellitoral.com.ar/
Ayer el hidrómetro que la Prefectura Naval Argentina posee en la zona portuaria de la ciudad marcó 1,06 metro y se mantiene estacionado en los niveles registrados durante el martes.
El río Paraná se encuentra atravesando una etapa de pronunciada e histórica bajante, con caudales próximos a un metro de altura en las costas de la Capital, lo que motivó a que el Gobierno de la Provincia decida ampliar el alcance de la veda para evitar generar un daño irreparable en la fauna íctica. La Dirección de Recursos Naturales determinó a través de la Disposición N° 120 que a partir de hoy quede prohibida la pesca de subsistencia, la cual se suma a las actividades comerciales y deportivas, y cualquier tipo de modificación de la medida se encuentra sujeta a una evolución favorable tanto en el caudal de agua del cauce fluvial como de la emergencia sanitaria que rige en todo el país por la pandemia de covid-19.
Además, la nueva normativa provincial, que deja sin efecto a las autorizaciones dispuestas anteriormente en el Decreto N° 118/20, plantea prohibiciones para todos los ríos de la cuenca hídrica del Paraná y establece sanciones para quienes desarrollen la pesca en cualquiera de sus modalidades durante la veda y también para aquellos operadores que impulsen, promocionen la actividad pesquera en el territorio provincial.
Impacto ecológico
Por otra parte, especialistas de la Unne explicaron a través de estudios que las pronunciadas bajantes del río Paraná, como la que se registra actualmente, generan un impacto negativo considerable en el ecosistema acuático ribereño y repercute en la economía. Además solicitaron la generación de una guía de manejo de recursos hídricos que permita una administración del agua en los períodos de poco caudal.
El doctor en Biología y ex director del Centro de Ecología Aplicada del Litoral (Cecoal, Conicet-Unne) y ex docente-investigador de la Facultad de Ingeniería de la Unne, Juan José Neiff, explicó que desde hace aproximadamente unos cinco años el río Paraná se encuentra atravesando una etapa de bajante “crónica” que se hace más evidente en la actualidad, cuando los registros se aproximan al metro de altura en las costas capitalinas. A su vez, el especialista señaló que el período de sequía, al ser prolongado, trae impactos socioeconómicos negativos y consecuencias adversas para el ecosistema.
Las etapas de bajantes del río Paraná que se prolongan en el tiempo afectan a la flora y la fauna tanto acuática como ribereña, así como también impacta en el transporte fluvial causando daños económicos para la región, y afecta la calidad de servicios como el aprovisionamiento del agua para distintas actividades y al sistema cloacal local que vierte sus efluentes en una caudal muy escaso generando mayor contaminación.
Además el especialista, quien explicó que no existe un pronóstico exacto para que haya una considerable creciente, señaló la necesidad de contar con una guía de manejo de recursos hídricos que permita una correcta administración del agua, una adecuada protección del ecosistema y las comunidades ribereñas afectadas, y alternativas en materia de transportes y servicios que prevengan inconvenientes prolongados.
(FC)
Fuente: https://www.ellitoral.com.ar/
Más noticias
© 2024 Pesca Argentina - Todos los derechos reservados