litoral 20/01/2022

¿Qué esta ocurriendo en el Paraná?

 

Nos llegó a través de las Redes Sociales y portales web, diferentes fotografías con información referente a la mortandad de peces, tortugas y animales de río que nos hicieron apretar el corazón. Por lo que para conocer más sobre esta problemática Radio amanecer entrevistó a Pablo Cantador, fotógrafo de naturaleza, aficionado de la flora y fauna de las islas y referente del grupo ecologista “El Paraná No se Toca”


Pablo Cantador, de la organización ambientalista El Paraná No se Toca, explicó que “miles de peces muertos flotan por estas horas en lagunas internas del humedal y la población de tortugas acuáticas prácticamente ha desparecido por la bajante del rio, sequía, ola de calor y extremas temperaturas” y agregó que el panorama que se observa en el humedal, frente a Rosario “es idéntico” a lo que sucede en Laguna Paiva, donde el espejo de agua desapareció; y en la laguna Garay, en la localidad de Santo Tomé, que también se está secando. En esta última, por ejemplo, ambientalistas de la zona rescataron en los últimos días a cientos de tortugas acuáticas que habían quedado enterradas en el barro.


La sequía, el calor y la bajante del río Paraná aumentaron la mortandad de peces y tortugas de agua. Según investigaciones y seguimientos realizados por Pablo y su grupo, el desastre natural comenzó a finales del 2019, hacía el 2020 se incrementó la sequía y para marzo del 2021 el panorama ya era catastrófico. Esto provocó cambios en la vida ambiental, económica, productiva y social de ciudades que están a la vera del agua. El escenario continuara complicado por la bajante del río y las altas temperaturas.
Esta bajante afectó la fauna ictícola al dejar seco el valle de inundación (donde los peces se refugian, alimentan, reproducen y crecen); produjo inconvenientes en el riego de cultivos y complicó las producciones industriales que necesitan captar agua. También acrecentó los problemas de incendios en las islas y los de contaminación del agua, ya que se redujo la capacidad del río de dilución de los afluentes crudos o industriales.
Para Pablo es una situación preocupante pese a que la fauna está acostumbrada a los ciclos del río, bajante y crecientes, pero de meses, no de 3 años. Se perdieron ejemplares de yacaré, nutrias, peces y tortugas. La naturaleza hizo lo suyo, pero las personas se encargaron de arruinarla aún más, no respetando las vedas y realizando pesca indiscriminada. Las autoridades por su parte hicieron la vista gorda, la veda solo está en papeles y en las noticias, no hay controles, nadie controla y la gente depreda, provocando consecuencias catastróficas. No hay controles, prefectura controla la seguridad no los pescadores… ¿Quién controla el río? cerró preguntando el Fotógrafo de naturaleza.

Fuente: http://radioamanecer.com.ar








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