Río sin control, pescan manguruyú en peligro de extinción
Detectan a pescadores santafesinos depredando el río Paraná.
Lunes 19 de julio 2021 | 18:00 Hs.
Pescadores “recreativos” oriundos de la Provincia de Santa Fe fueron advertidos sobre las costas de la capital provincial usando mallas, artes prohibidas para la pesca en estos días. Además, extrajeron especímenes totalmente vedados como el Zungaro jahu (popularmente conocido como manguruyú amarillo) y otros como dorado fuera de medida.
La situación se da en condiciones críticas de pronunciada y prolongada bajante del río Paraná y sobre el cual “no hay ningún tipo de control los fines de semana”, admitió fuera de grabador al portal Era Verde una voz autorizada del Ministerio de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos.
“Sí, los santafecinos recreacionales son re depredadores”, describió un veterano pescador deportivo local consultado para conocer el porqué del comportamiento desaprensivo sobre el río Paraná, al trascender la pesca de especies prohibidas y con redes detectada este domingo.
“Es así, todos llevan mallas”, confirmó; “por suerte de este lado (en Entre Ríos) eso fue superado”, agregó. Pero el río no reconoces fronteras y atraviesa por este momento una situación crítica de profunda bajante que se ha extendido por largo tiempo, y con pronósticos desalentadores que prevén una situación de este tipo hasta principios de 2021.
El modus operandi es que estos pescadores cruzan a la zona de Villa Urquiza y Paraná, donde tras las capturas, regresan a su provincia. Como el manguruyú suele vérselo en zona de piedras, la bajante los ha colocado en una situación más vulnerable.
Marco legal sin aplicación
El pasado 1° de julio, a través de la Resolución Nº 1.592 de la Dirección de Recursos Naturales del Ministerio de Producción, se dispuso “no innovar” en el cupo de extracción de pescado en la jurisdicción provincial del río Paraná”. Es así que, para el período de julio, agosto y septiembre, se aprobó la captura y acopio comercial de hasta 1.596,56 toneladas de sábalos y especies acompañantes. Paralelamente también se prohibió este tipo de extracción para los “días martes y (de) viernes a domingo, incluyendo feriados nacionales y provinciales”. La pesca deportiva, en tanto, sólo está permitida con devolución inmediata de las piezas capturadas, publicó el portal Era Verde.
Es por eso que llamó poderosamente la atención que pescadores “recreacionales” de Santa Fe fueran advertidos capturando con mallas en aguas entrerrianas. Al indagar sobre esta situación, una fuente con alto grado de conocimiento sobre este tipo operativos admitió bajo reserva al portal Era Verde que “lamentablemente no hay ningún tipo de control los fines de semana”. Esto también fue confirmado por inspectores oficiales y pescadores deportivos entrerrianos que están impulsando una veda de pesca para bajar la presión sobre el recurso que permita recuperarse en condiciones extremadamente delicadas para su reproducción.
Pero, lo que además llamó la atención del episodio registrado este domingo es que, en las redes, que no discriminan los peces que capturan, se hayan encontrado dorados (fuera de medida) y varios manguruyú amarillos, que es una especie totalmente prohibida para su extracción, porque se encuentra en peligro de extinción.
Se da por cierto también que pescadores ocasionales confunden el juvenil de manguruyú con la denominación de bagre sapo, tape o lagunero, cuando en rigor puede tratarse de un Zungaro jahú (manguruyú amarillos) en desarrollo.
“Son muy voraces” y los ejemplares jóvenes pueden tener de 30 a 40 centímetros de largo, alcanzando en su adultez 1,5 metros y más, indican las referencias científicas. Se los puede distinguir de los bagres porque tienen una aleta vertical adiposa, corta y manchada. Además, las marcas oscuras en el cuerpo también lo caracterizan. Si bien el más común es el ejemplar de tonalidad marrón clara, con la cabeza achatada, pueden encontrarse oscuros, amarronados, casi negros a los cuales no se les pueden ver estas manchas. Estos son los Zungaro zungaro popularmente conocido como manguruyú negro.
El manguruyú se encuentra en los principales ríos de Sudamérica y sus cuencas, las del Amazonas, el Orinoco y el Paraná. Y en Entre Ríos, por Resolución 1.866/86, está prohibida su pesca deportiva y comercial por tiempo indeterminado, del mismo modo que lo está el pacú.
Fuente: Análisis Digital
La situación se da en condiciones críticas de pronunciada y prolongada bajante del río Paraná y sobre el cual “no hay ningún tipo de control los fines de semana”, admitió fuera de grabador al portal Era Verde una voz autorizada del Ministerio de Producción, Turismo y Desarrollo Económico de Entre Ríos.
“Sí, los santafecinos recreacionales son re depredadores”, describió un veterano pescador deportivo local consultado para conocer el porqué del comportamiento desaprensivo sobre el río Paraná, al trascender la pesca de especies prohibidas y con redes detectada este domingo.
“Es así, todos llevan mallas”, confirmó; “por suerte de este lado (en Entre Ríos) eso fue superado”, agregó. Pero el río no reconoces fronteras y atraviesa por este momento una situación crítica de profunda bajante que se ha extendido por largo tiempo, y con pronósticos desalentadores que prevén una situación de este tipo hasta principios de 2021.
El modus operandi es que estos pescadores cruzan a la zona de Villa Urquiza y Paraná, donde tras las capturas, regresan a su provincia. Como el manguruyú suele vérselo en zona de piedras, la bajante los ha colocado en una situación más vulnerable.
Marco legal sin aplicación
El pasado 1° de julio, a través de la Resolución Nº 1.592 de la Dirección de Recursos Naturales del Ministerio de Producción, se dispuso “no innovar” en el cupo de extracción de pescado en la jurisdicción provincial del río Paraná”. Es así que, para el período de julio, agosto y septiembre, se aprobó la captura y acopio comercial de hasta 1.596,56 toneladas de sábalos y especies acompañantes. Paralelamente también se prohibió este tipo de extracción para los “días martes y (de) viernes a domingo, incluyendo feriados nacionales y provinciales”. La pesca deportiva, en tanto, sólo está permitida con devolución inmediata de las piezas capturadas, publicó el portal Era Verde.
Es por eso que llamó poderosamente la atención que pescadores “recreacionales” de Santa Fe fueran advertidos capturando con mallas en aguas entrerrianas. Al indagar sobre esta situación, una fuente con alto grado de conocimiento sobre este tipo operativos admitió bajo reserva al portal Era Verde que “lamentablemente no hay ningún tipo de control los fines de semana”. Esto también fue confirmado por inspectores oficiales y pescadores deportivos entrerrianos que están impulsando una veda de pesca para bajar la presión sobre el recurso que permita recuperarse en condiciones extremadamente delicadas para su reproducción.
Pero, lo que además llamó la atención del episodio registrado este domingo es que, en las redes, que no discriminan los peces que capturan, se hayan encontrado dorados (fuera de medida) y varios manguruyú amarillos, que es una especie totalmente prohibida para su extracción, porque se encuentra en peligro de extinción.
Se da por cierto también que pescadores ocasionales confunden el juvenil de manguruyú con la denominación de bagre sapo, tape o lagunero, cuando en rigor puede tratarse de un Zungaro jahú (manguruyú amarillos) en desarrollo.
“Son muy voraces” y los ejemplares jóvenes pueden tener de 30 a 40 centímetros de largo, alcanzando en su adultez 1,5 metros y más, indican las referencias científicas. Se los puede distinguir de los bagres porque tienen una aleta vertical adiposa, corta y manchada. Además, las marcas oscuras en el cuerpo también lo caracterizan. Si bien el más común es el ejemplar de tonalidad marrón clara, con la cabeza achatada, pueden encontrarse oscuros, amarronados, casi negros a los cuales no se les pueden ver estas manchas. Estos son los Zungaro zungaro popularmente conocido como manguruyú negro.
El manguruyú se encuentra en los principales ríos de Sudamérica y sus cuencas, las del Amazonas, el Orinoco y el Paraná. Y en Entre Ríos, por Resolución 1.866/86, está prohibida su pesca deportiva y comercial por tiempo indeterminado, del mismo modo que lo está el pacú.
Fuente: Análisis Digital
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