“¡¿Qué clavaste, Pelado?!”: mirá el video de esta gran trucha marrón en el Limay superior
En las cercanías de Bariloche, grandes truchas que bajan desde el lago Nahuel Huapi o remontan desde el embalse Alicura recorren el Limay Superior en busca del lugar de desove. Con paciencia y perseverancia, ese tramo del río es ideal para intentar una gran captura. Es lo que se propusieron Pablo Saracco y su amigo guía de pesca Rodrigo "Pelado" Amadeo. Esta es la historia detrás del clip.
Jueves 30 de mayo 2019 | 21:00 Hs.
Ya sabés que en el “Voy” somos fanas de los videos de Pablo Saracco. Acá te compartimos el último de su producción: “Swim the fly” (Nadar la mosca), que en Youtube viene con un agregado en el título: “Big brown trout in Limay river” (Enorme trucha marrón en el Limay superior). el escenario, en uno de los paraísos que ofrece la Patagonia para la pesca con mosca.
Pablo y su amigo Rodrigo “Pelado” Amadeo, referente de la actividad en el Limay Superior, venían esperando el momento de coincidir para ir a pescar juntos a ese tramo que nace en el lago Nahuel Huapi y que va hasta el embalse Alicura, la primera de las cinco represas con las que se topará el río (luego aparecerán Piedra del Águila, Pichi Picún Leufu, El Chocón y Arroyito). Pero en el lugar en el que eligieron probar suerte el lunes 21 y el martes 22 de mayo a poco más 20 km de Bariloche, el ambiente aun es el original, sin que el caudal este regulado por una central hidroeléctrica. La temporada termina aquí el viernes 31 de mayo.
“La idea era encontrar un pez grande y el Limay Superior propone un juego de insistir mucho, de tener perseverancia, de hacer las cosas bien”.
Ese tramo es recorrido por grandes truchas que buscan el lugar donde desovarán. “La idea era encontrar un pez grande y para eso el Limay Superior propone un juego de insistir mucho, de tener perseverancia, de hacer las cosas bien -explica Pablo-. Porque normalmente son truchas que no abren la boca (como decimos vulgarmente) porque se están movilizando desde el lago o bien desde el embalse para prepararse para el desove, algo que debe estar ocurriendo en estos días.
Continúa: “Son grandes reproductores, truchas enormes que entran al Limay con ese propósito fundamental, el desove. La alimentación ya pasa a segundo plano. De hecho, se alimentan todo el resto de la temporada para juntar grasa y energía y generar en este momento el esperma y las ovas: es cuando gastan esa energía acumulada. Por eso, si pican, si te toman una mosca o un señuelo, no es por hambre sino por territorialidad. Por una cuestión de agresividad se molestan simplemente porque está en un momento muy susceptible”.
Y lo grafica con un ejemplo muy Saracco: “Imaginate vos en la misma situación: estás con tu novia en una habitación haciendo lo tuyo, lo de ustedes, y el que trae la pizza te golpea la puerta una, dos, diez veces. Al final cuando vas a abrir le querés dar una trompada. Esto es lo mismo, pero como las truchas no tienen manos, todo su contacto lo hacen con la boca: defenderse, comer, pelear”.
Este es el contexto en el que se pueden pescar estas truchas. “Los momentos de actividad son pocos, durante el día tenés pocos piques, pero generalmente son truchas grandes“, agrega.
Pablo cuenta que hubo movimiento en los últimos días de abril y los primeros 10 de mayo. “Se pescó muchísimo, pero creo que influyeron mucho las lluvias, que generalmente disparan un gran movimiento de peces en masa. Hubo un ingreso de peces terrible y mucha actividad por el volumen: los peces se van peleando con cualquier cosa que le pasa al lado. No era normal la pesca. Como decimos, el río se había puesto pavo“.
Ya a fines de mayo, en el primer día, el lunes, no sacaron nada. Pero el martes, entre las 14.30 y las 15, Rodrigo pudo pescar esa muy buena trucha que luego devolvió como se observa en el video:
“Después seguimos insistiendo, pero no pasó nada más. Con esa trucha era más que suficiente: teníamos el pez grande que habíamos ido a buscar“.
Mira el video aquí: https://youtu.be/ZbB8jceW_6I
Fuente: https://www.rionegro.com.ar
Fotos de @pablosaracco
Pablo y su amigo Rodrigo “Pelado” Amadeo, referente de la actividad en el Limay Superior, venían esperando el momento de coincidir para ir a pescar juntos a ese tramo que nace en el lago Nahuel Huapi y que va hasta el embalse Alicura, la primera de las cinco represas con las que se topará el río (luego aparecerán Piedra del Águila, Pichi Picún Leufu, El Chocón y Arroyito). Pero en el lugar en el que eligieron probar suerte el lunes 21 y el martes 22 de mayo a poco más 20 km de Bariloche, el ambiente aun es el original, sin que el caudal este regulado por una central hidroeléctrica. La temporada termina aquí el viernes 31 de mayo.
“La idea era encontrar un pez grande y el Limay Superior propone un juego de insistir mucho, de tener perseverancia, de hacer las cosas bien”.
Ese tramo es recorrido por grandes truchas que buscan el lugar donde desovarán. “La idea era encontrar un pez grande y para eso el Limay Superior propone un juego de insistir mucho, de tener perseverancia, de hacer las cosas bien -explica Pablo-. Porque normalmente son truchas que no abren la boca (como decimos vulgarmente) porque se están movilizando desde el lago o bien desde el embalse para prepararse para el desove, algo que debe estar ocurriendo en estos días.
Continúa: “Son grandes reproductores, truchas enormes que entran al Limay con ese propósito fundamental, el desove. La alimentación ya pasa a segundo plano. De hecho, se alimentan todo el resto de la temporada para juntar grasa y energía y generar en este momento el esperma y las ovas: es cuando gastan esa energía acumulada. Por eso, si pican, si te toman una mosca o un señuelo, no es por hambre sino por territorialidad. Por una cuestión de agresividad se molestan simplemente porque está en un momento muy susceptible”.
Y lo grafica con un ejemplo muy Saracco: “Imaginate vos en la misma situación: estás con tu novia en una habitación haciendo lo tuyo, lo de ustedes, y el que trae la pizza te golpea la puerta una, dos, diez veces. Al final cuando vas a abrir le querés dar una trompada. Esto es lo mismo, pero como las truchas no tienen manos, todo su contacto lo hacen con la boca: defenderse, comer, pelear”.
Este es el contexto en el que se pueden pescar estas truchas. “Los momentos de actividad son pocos, durante el día tenés pocos piques, pero generalmente son truchas grandes“, agrega.
Pablo cuenta que hubo movimiento en los últimos días de abril y los primeros 10 de mayo. “Se pescó muchísimo, pero creo que influyeron mucho las lluvias, que generalmente disparan un gran movimiento de peces en masa. Hubo un ingreso de peces terrible y mucha actividad por el volumen: los peces se van peleando con cualquier cosa que le pasa al lado. No era normal la pesca. Como decimos, el río se había puesto pavo“.
Ya a fines de mayo, en el primer día, el lunes, no sacaron nada. Pero el martes, entre las 14.30 y las 15, Rodrigo pudo pescar esa muy buena trucha que luego devolvió como se observa en el video:
“Después seguimos insistiendo, pero no pasó nada más. Con esa trucha era más que suficiente: teníamos el pez grande que habíamos ido a buscar“.
Mira el video aquí: https://youtu.be/ZbB8jceW_6I
Fuente: https://www.rionegro.com.ar
Fotos de @pablosaracco
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