Desde Bariloche advierten el riesgo de adelantar la temporada de pesca
Una iniciativa se analiza en la Legislatura de Neuquén pero para el docente investigador Marcelo Alonso, decano del CRUB, puede resolver el problema económico a los prestadores pero genera perjuicio a los peces.
Miércoles 19 de agosto 2020 | 18:00 Hs.
El docente investigador Marcelo Alonso, del Grupo de Evaluación y Manejo de Recursos Ícticos del Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB), consideró que el proyecto que analiza la Legislatura de Neuquén para adelantar 40 días la temporada de pesca podría tener efectos negativos sobre las poblaciones de peces.
El 1 de noviembre arranca la temporada pero una iniciativa del diputado neuquino Darío Peralta propone anticiparla para compensar, de esta forma, a los prestadores de servicios. Sucede que la última temporada cortó abruptamente a mediados de marzo –y no en abril- a raíz de la pandemia.
“Hay que vigilar el efecto que puede tener un adelantamiento del inicio y, por ende, del efecto de pescadores sobre peces y ambiente. La temporada de pesca empieza, en general, cuando terminan de reproducirse los peces pero las condiciones ambientales cambian año a año”, alertó Alonso, actual decano del CRUB.
Y agregó: “Iniciar la pesca de manera anticipada puede ser riesgoso ya que puede significar un estrés para los salmónidos que están comenzando a recuperarse del período reproductivo”.
El docente explicó que las distintas especies de peces se reproducen a lo largo del año, comenzando las truchas de arroyo en abril o mayo y terminando hacia octubre o noviembre con las truchas arco iris. En ese momento, los peces vuelven a los lagos para comer y recuperarse.
“La temporada comienza en noviembre porque todavía hay peces que están recuperándose del desove. Cuando uno pesca, lo hace pelear un rato y esto conlleva mucha actividad muscular. Si encima está algo débil porque terminó de desovar, ese esfuerzo extra lo deja aún más susceptible”, puntualizó.
Alonso recordó que en 2018, un estudio dio cuenta del millonario movimiento económico que representa la pesca. “Hay que cuidar el recurso”, indicó.
Consideró que adelantar la temporada “puede ayudar a resolver el problema de los prestadores pero generar un posible perjuicio a la población de peces” y aclaró que si bien el proyecto que se discute es para la provincia de Neuquén, la pesca comparte muchos ambientes con Río Negro o Parques Nacionales.
“Debería haber un trabajo de coordinación entre jurisdicciones. En Patagonia, el permiso de pesca sirve para todas las jurisdicciones con lo cual uno puede sacar en Bariloche pero ir al lago Lacar o al parque Lanín sin problema”, señaló. Alonso planteó que se podría habilitar la pesca en algunos lagos, alejados de los ríos o arroyos para evitar algún efecto en los peces que aún están desovando. Pero insistió en la necesidad de discutir técnicamente la iniciativa.
Fuente: Río Negro
El 1 de noviembre arranca la temporada pero una iniciativa del diputado neuquino Darío Peralta propone anticiparla para compensar, de esta forma, a los prestadores de servicios. Sucede que la última temporada cortó abruptamente a mediados de marzo –y no en abril- a raíz de la pandemia.
“Hay que vigilar el efecto que puede tener un adelantamiento del inicio y, por ende, del efecto de pescadores sobre peces y ambiente. La temporada de pesca empieza, en general, cuando terminan de reproducirse los peces pero las condiciones ambientales cambian año a año”, alertó Alonso, actual decano del CRUB.
Y agregó: “Iniciar la pesca de manera anticipada puede ser riesgoso ya que puede significar un estrés para los salmónidos que están comenzando a recuperarse del período reproductivo”.
El docente explicó que las distintas especies de peces se reproducen a lo largo del año, comenzando las truchas de arroyo en abril o mayo y terminando hacia octubre o noviembre con las truchas arco iris. En ese momento, los peces vuelven a los lagos para comer y recuperarse.
“La temporada comienza en noviembre porque todavía hay peces que están recuperándose del desove. Cuando uno pesca, lo hace pelear un rato y esto conlleva mucha actividad muscular. Si encima está algo débil porque terminó de desovar, ese esfuerzo extra lo deja aún más susceptible”, puntualizó.
Alonso recordó que en 2018, un estudio dio cuenta del millonario movimiento económico que representa la pesca. “Hay que cuidar el recurso”, indicó.
Consideró que adelantar la temporada “puede ayudar a resolver el problema de los prestadores pero generar un posible perjuicio a la población de peces” y aclaró que si bien el proyecto que se discute es para la provincia de Neuquén, la pesca comparte muchos ambientes con Río Negro o Parques Nacionales.
“Debería haber un trabajo de coordinación entre jurisdicciones. En Patagonia, el permiso de pesca sirve para todas las jurisdicciones con lo cual uno puede sacar en Bariloche pero ir al lago Lacar o al parque Lanín sin problema”, señaló. Alonso planteó que se podría habilitar la pesca en algunos lagos, alejados de los ríos o arroyos para evitar algún efecto en los peces que aún están desovando. Pero insistió en la necesidad de discutir técnicamente la iniciativa.
Fuente: Río Negro
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